Si tenemos la esperanza de mejorar las condiciones de vida para nuestra comunidad, en lo mínimo tenemos que estar organizados al mismo nivel que esas fuerzas políticas y económicas que nos oprimen, y mantener una disciplina a la par con quienes trabajar incesantemente para mantener a nuestras comunidades políticamente marginadas. Si nuestra intención es de cambiar fundamentalmente nuestro futuro colectivo, mediante la lucha por la liberación, entonces no debería quedar duda – tenemos que estar mejor organizados que cualquier fuerza que será dirigida en contra de nuestro pueblo.
La protesta por si sola, no logrará el cambio político, económico y social que necesitamos. La retorica radical por si solo no será suficiente; la historia y las condiciones objetivas confirman que el cambio solo se puede dar mediante la lucha organizada por la liberación.
Necesitamos una división orgánica del trabajo político.
Unión del Barrio se formó bajo el principio de la organización, y siempre hemos reconocido que la organización es esencial en la lucha política. Desde 1981 hemos tomado en cuenta los aciertos y debilidades de las luchas y organizaciones mas avanzadas de nuestros pueblos dentro y fuera de las fronteras políticas del imperio; la Panteras Negras, el Partido de la Raza Unida, el “Crusade for Justice,” el Movimiento Indígena de América (AIM, por sus siglas en ingles) – la Revolución Cubana, el movimiento estudiantil mexicano de los años 60, la Unidad Popular en Chile, el movimiento Zapatista de 1994, y la Revolución Bolivariana de Venezuela, entre otros. Son estas formas de lucha que se basan en la unidad política que Unión del Barrio intenta reproducir y enriquecer. Vemos a estos movimientos como un referente de haber logrado movilizar a nuestro único recurso para sostener el poder político y económico – el poder de las masas trabajadoras.
El poder de las masas se materializa solo cuando esta masa está orgánicamente conectada a los intereses de la clase trabajadora. El poder del pueblo es sostenible solo cuando se basa en principios políticos, la solidaridad internacional, y lucha de clase. Es por eso que Unión del Barrio ha desarrollado los 3 objetivos estratégicos para guiar toda áreas de lucha comunitaria para la construcción del poder del pueblo.
- Auto-Defensa Comunitaria: Necesitamos construir Unión del Barrio para que se transforme en partido revolucionario que logre proveer la defensa inmediata para nuestra comunidad y dentro de cada sector de nuestro pueblo. Las condiciones objetivas de nuestro pueblo están verdaderamente terrible y seguramente seguirán empeorando si no nos organizamos.
- El Poder Dual y de Lucha: Vivimos en un imperio en decadencia, que es más peligroso domésticamente y a nivel internacional que un imperio en ascenso. Es por esto que debemos de construir un partido capaz de proveer las condiciones para edificar una economía, guiada por una política propia, desarrollando una cultura e ideología que promueva la auto-determinación y auto-suficiencia dentro de cada sector de nuestro pueblo que vive dentro de las fronteras políticas de los EEUU.
- Retaguardia para Nuestra América: Tenemos que hacer el trabajo de los primero dos objetivos con el entendimiento que tenemos un papel fundamental en la lucha histórica de los pueblos de Nuestra América al sur de la frontera imperial, para formar una retaguardia del los procesos revolucionarios en marcha por liberar a nuestro pueblo y construir el socialismo.
Cuando establecemos estas 3 metas estratégicas, dentro de los 11 sectores de lucha comunitaria, lograremos la edificación de un “partido revolucionario”, no por decreto o porque nos hemos auto-identificado como “revolucionarios”, pero porque será evidente y se expresará mediante el trabajo local defendiendo y avanzando los intereses materiales y bienestar de nuestras comunidades, mientras sigue avanzando nuestro trabajo ideológico por la causa del socialismo, y creando la unidad con el movimiento continental hacia este fin.
Solo un partido como este logrará que comprendamos como responder a los múltiples niveles de crisis y represión que es impuesto por el capitalismo y el colonialismo. Solo un partido revolucionario nos puede proveer la auto-defensa, y solo un partido puede servir como el vehículo para articular y realizar un futuro basado en nuestro interés como clase – el interés de una Nuestra América unificada bajo el socialismo.