A las Mujeres de Unión del Barrio, A las Mujeres de Nuestra América,
Hoy reconocemos uno de los actos que cambió el rumbo de la historia para las mujeres del mundo. Al conmemorar el Día Internacional de la Mujeres Trabajadoras, hacemos una pausa para prestar tributo a las 129 mujeres que entregaron su vida al reusarse a abandonar su lugar de trabajo como acto de protesta en una fábrica de costura en la ciudad de Nueva York, el 8 de marzo de 1908. Su protesta era para exigir una jornada de trabajo de 10 horas, pago igualitario al de los hombres, fin al trabajo de menores y el derecho al voto.
Fueron estos los cimientos de un movimiento por la equidad y los derechos de las mujeres que desde el año 1857 venia despertando a la sociedad de un sueño y confort basado en la doble opresión de la mujer, por el hecho de ser mujer. Las mujeres trabajadoras en la industria de la costura en Nueva York no murieron en vano, más bien con sus actos y ejemplo revolucionaron la sociedad de sus tiempos y marcaron la historia.
Las mujeres de Unión del Barrio sostenemos que Sin las Mujeres no hay Revolución. Un ejemplo de lucha, entrega y sacrificio es el que nuestras militantes tratan de seguir. La historia nos ha entregado la tarea de ser partícipes del proceso para la liberación de nuestro pueblo. Las militantes están al frente de las luchas y batallas dentro y fuera del hogar. Su convicción y entrega es digna de admiración, especialmente a las mujeres madres que día a día luchan por ser ejemplo en sus trabajos, hogares y comunidades.
El camino de lucha que hemos escogido como militantes no es fácil. En particular en un contexto de profundo dolor y sufrimiento para otras madres que son obligadas a ser testigos de muertes provocadas por el genocida estado de Israel. No podemos dejar de levantar la voz por las y los miles de niñas y niños Palestinos que no podrán ya vivir en plenitud como todo ser humano tiene el derecho de ser. El implacable genocidio de Israel apoyado por el gobierno de EEUU llena a millones de madres en el mundo de horror y repudio.
Ante un panorama de horror y desespero van nuestras mujeres luchando, caminando apoyadas las unas en las otras y creando esperanza. Esa esperanza que es parte de nosotras como fuentes de vida y protectoras de la misma. Nuestras luchas van hacia la creación de un mundo en el que el colonialismo y el capitalismo sean destruidos y juntas levantemos en alto la bandera de la vida, de nuestra autonomía y completa liberación.
¡Sin las Mujeres No hay Revolución!
8 de marzo, 2024
San Diego CA, México Ocupado